En memoria
Fabio pineda duran (q.e.p.d)
Familia y amigos.
Que gran mérito el de Fabio, que aun en su ausencia física, ha logrado convocarnos a todos a quienes lo conocimos en la celebración de la eucaristía, entorno a la FE que el practicaba, y que nos recuerda que aun después de nuestra muerte física hay esperanza, hay vida, por ello no es atrevido decir, que estamos de celebración.
Este año 2020, le tenía preparada a nuestra familia varios milagros; este año nos trajo dos nuevas vidas y también nos trajo una muerte; con tampoco tiempo de diferencia, entre uno y otro extremo de la existencia, se nos ha hecho fácil entonces notar, que lo único que nos separa del milagro de la muerte es el tiempo.
Si buscamos en el diccionario el significado de la palabra OPTIMISMO, quizás nos topamos con una foto de Fabio Pineda Duran; Siempre positivo, alegre y conciliador, tenía la capacidad natural de conectar con todos, así que todos tenemos ese algo único auténtico de su ser, que nos recuerda su paso por nuestras vidas terrenales.
Fabio Pineda Duran
Abogado | Comerciante | Papá
Fabio te parece bien sí….. no alcanzaba uno a terminar la construcción de la frase, cuando su cuerpo ya empezaba a expresar aceptación antes que de su boca saliera ese famoso “Perfecto”, el cual combinaba con dos o tres palabras más, que finalizaban conjugadas con una sonrisa.
¿Sabían que aprendió hacer arroz en esta cuarentena?
Hace unos años, emprendió quizás, una de las etapas más difíciles de su vida; Para ustedes esto no debe ser extrañó, como familia y amigos, saben que esta última etapa estuvo llena de incertidumbres para él, y cada una de ellas fueron superadas con optimismo y con creces, o es que ¿acaso alguna vez se le noto convaleciente?
No perdimos a Fabio, simplemente se nos adelantó en el viaje de la vida, lo mejor de él, aún permanece vivo y presente en nuestros corazones, cierren sus ojos, y llegaran inmediatamente esos instantes en que fueron felices junto a él.
Sin duda, don Jesús Pineda Salazar y Doña Marina Duran, han salido a recibirlo con un gran abrazo a la puerta del cielo.
Aquí él, nos dejó a cargo de la mudanza, por que al que nace le preparamos las maletas para su llegada y al que muere las maletas para su partida. Que tan parecidos son los dos extremos de la vida.
En sus hermanos, Sonia, Eduardo y Carlos, aun tenderemos la oportunidad como familia, de ver el recuerdo físico vivo de Fabio, en sus maneras, en sus ojos en sus risas. En sus sobrinos, vivirá el recuerdo del tío cómplice, del tío que siempre estuvo allí para ellos, al que nunca le faltaron las palabras gallardas para animarlos a continuar.
En sus hijas María Camila, Marcela y Daniela, estará el monumento vivo a su mayor satisfacción, la del deber cumplido en su paso por esta vida física. Profesionales, autenticas, muy propias y casadas, lo enorgullecerán aun después de su partida. Su ejemplo de ser feliz en esta vida con naturalidad permanecerá en ellas.
Sus nietos, la prolongación de su existencia, desde luego conocerán de su abuelo.
Sabrán que existe orgullo en honrar a padre y madre, éxito en sacar adelante a los hijos, satisfacción en verlos independientes y realizados, gallardía en sobre llevar las novedades adversas de la vida con fe, y sin ninguna duda, en que no existe tesoro mas grande, que rodearse de los mejores de los amigos, ustedes, los doctos, los locos, los brillantes, los Bartolinos, los deportistas, los del club Metropolitan, los amigos de la vida, sin duda, regalos que Dios le fue atravesando uno a uno en este trascender, y que como familia se quedaron definitivamente junto a él, para disfrutar los grandiosos placeres de la vida.
Buen viaje Fabio y hasta pronto.